Este ha sido el año más sangriento que le tocó vivir al país norteño en su lucha contra el narcotráfico. El estado más violento es Chihuahua.
El crimen organizado dejó más de 10,000 muertos en México este año, que ha sido el año más sangriento de la lucha contra los cárteles de la droga, según un recuento que publica el diario Reforma.
La medición señala que hubo 24,197 muertes violentas desde que comenzó el gobierno de Felipe Calderón, en diciembre de 2006. Esta cifra, sin embargo, está por debajo de las 28,000 estimadas de manera oficial por las autoridades hasta julio.
El llamado “Ejecutómetro” de Reforma establece que en los últimos años, desde que Calderón lanzó una fuerte ofensiva militar y policial contra el crimen organizado, se dispararon los asesinatos. En 2009 hubo 6,587 víctimas, frente a las 5,207 de 2008 y las 2,275 de 2007.
Las 10,035 víctimas registradas en 2010 equivalen prácticamente al total de muertes violentas de la presidencia de Vicente Fox (2000-2006). El estado más sangriento es Chihuahua, fronterizo con EE.UU., con 2,797 víctimas mortales desde enero, la mayoría en Ciudad Juárez, seguido por Sinaloa, en la costa del Pacífico, con 1,795 asesinatos.
