Expertos de la Dirección Regional de Cultura (DRC) de Cusco encontraron una ofrenda inca con cerámicas, piedras y una olla ceremonial Chimú en la ciudadela de Machu Picchu.
Las piezas se encontraban a 70 centímetros bajo tierra en el patio de una wayrana (ambiente de tres muros) ubicada entre la plaza, el templo del cóndor y el sector astronómico de Machu Picchu.
Se informó que se pudo contabilizar -en total- un cántaro cerámico antropomorfo, la tapa de un aríbalo, diez cuentas y una pinza de bronce de entre 1.5 a tres centímetros. Además de dos platos ceremoniales, cuatro ollas (dos en buenas condiciones y dos fragmentadas) y la olla ceremonial Chimú de color negro.
El arqueólogo Carlos Werner Delgado Villanueva dijo que se trataría de una ofrenda realizada a los apus de Machu Picchu y al nevado Salcantay por la orientación en la que fue colocada bajo tierra.
Asimismo señaló que datarían de la época de Pachacútec, entre los años 1438 y 1470, pero el vestigio Chimú sería más antiguo, entre los años 1000 y 1200; y habría llegado a Cusco como consecuencia de la expansión del Tahuantinsuyo.