El 53º Concurso Nacional de Marinera tuvo su fin anoche, con un coliseo Gran himú lleno de bote a bote y con la asistencia de una multitud.
El 53º Concurso Nacional de Marinera tuvo su fin anoche, con un coliseo Gran himú lleno de bote a bote y con la asistencia de una multitud que, además de alentar a sus preferidos, quedó embelesada con el baile de la peruanidad que este año batió récord de participantes. De esta manera culminó el certamen organizado eficientemente por el Club Libertad, evento que se ha convertido en el más importante del calendario turístico que ofrece la región.
Debido a que se desarrolla a fines del mes de enero, en una temporada calurosa y en el tiempo en que muchas personas gozan de vacaciones, dentro y fuera de Trujillo, el Concurso Nacional de Marinera siempre es una fecha propicia para asistir con más ganas que nunca, dado también que la tradicional hospitalidad trujillana se hace evidente no sólo en el citado coliseo, sino en las actividades paralelas, en la Fiesta del Perol y en numerosas reuniones de corte cultural que tienen lugar durante la semana final del certamen.
Por eso, hay que internalizar en la población y en las instituciones y empresas de Trujillo la idea de que el visitante es el factor clave para la buena marcha de esta semana. Las puertas de los museos locales deben abrir más temprano y cerrar más tarde, los precios de los boletos deben bajar y no subir (no como algunos desubicados piensan: que se debe esquilmar al visitante, aprovechando su poder adquisitivo que lo hará gastar sin reparos), los comerciantes no deben elevar los precios de los productos y servicios que expenden, los bancos deben ofrecer horarios especiales y más amplios, acordes a las costumbres y usos de
los foráneos. Otra buena estrategia es promocionar por estas fechas ofertas y promociones comerciales que funcionan sólo en Lima y en otras ciudades del país, haciéndolas extensivas a Trujillo dado que aquí funcionan numerosas sucursales de cadenas de restaurantes, tiendas de comida rápida, cines y
negocios de retail. Menos mal, algunas estrategias de marketing lo están comprendiendo poco a poco, haciendo que la modernidad y los buenos servicios vengan para quedarse.
Pero la mayor actitud debe provenir del vecino y de las instituciones del Estado, como la Municipalidad Provincial de Trujillo y del Gobierno Regional. Nada cuesta coordinar previamente con las juntas vecinales y exigir a la gente que no arroje basura, que respete los horarios en que circulan los camiones recolectores y que mantenga limpias las calles, que no todo es responsabilidad
del servicio de recojo de desperdicios.
Estamos contentos con la visita de los numerosos que hoy comenzarán a despedirse de Trujillo, luego de unos días inolvidables en la Ciudad de la Eterna Primavera. Hagamos que nos sintamos satisfechos, todos, cuando transcurran los años y el certamen de la peruanidad se convierta —planteándose metas para el 2014— en el mejor espacio para presentar lo mejor de nuestra tierra.