Los requerimientos de Pyongyang son inaceptables para Occidente pero se consideran un punto de partida para rebajar la tensión en la península coreana
Tras semanas de retórica bélica y amenazas, Corea del Norte da signos de querer volver a la mesa de negociaciones. Pero lo ha hecho con una posición dura de entrada. Pyongyang ha comunicado este jueves una lista con las condiciones que exige a Estados Unidos y Corea del Sur para retomar las conversaciones destinadas a disipar la tensión en la península coreana, que vive una de las peores crisis desde el fin de la guerra de Corea (1950-1953). El régimen de Kim Jong-un pide, entre otros, el levantamiento de las sanciones y la cancelación de las maniobras militares conjuntas entre Washington y Seúl.
El anuncio, realizado por la Comisión Nacional de Defensa y difundido por la agencia oficial norcoreana KCNA, afirma también que el proceso de desnuclearización de la península podrá comenzar cuando Estados Unidos haya retirado todas las armas atómicas que, según Pyongyang, ha desplegado en la región.






