
La ciudadanía se mostró desconfiada de la honestidad e integridad profesional de ambas instituciones
Trujillo. Tras la ola de acusaciones mutuas desatada entre el jefe de la Dirtepol, coronel Róger Torres Mendoza, y la decana del Colegio de Abogados, Rosa Ledesma Alcántara —quienes en la víspera criticaron la labor de sus miembros y agremiados, respectivamente—, la ciudadanía se mostró desconfiada de la honestidad e integridad profesional de ambas instituciones y criticaron a los malos elementos que fomentan la corrupción.
Por ejemplo, para el empleado Edgar Ferrer Guzmán (37), la obligación de los juristas es defender a cualquier persona, así se trate de delincuentes; pero, en el caso de los agentes del orden, dijo que no es obligación de ellos transar con los malhechores.
Por su parte, el conductor de taxi Jaime Salvatierra Rojas (28) fue más enfático en sus críticas, asegurando que ninguno de estos dos profesionales son probos en su desempeño laboral.
Hecha la trampa
Para el vendedor de diarios Leandro Nima Merino (66) existen hombres de leyes que corrompen a jueces y fiscales para ganar sus casos. “Hay malos abogados que coimean a los magistrados para que liberen a sus defendidos”, refirió enfático.





