
Una orden judicial obligaba a la compañía Verizon a suministrar los números marcados y la duración y frecuencia de las llamadas aunque no su contenido
Obama está dispuesto a mantener un debate sobre los límites de la seguridad y la provacidad
El Fiscal General asegura que la Casa Blanca mantuvo informado al Senado de estas prácticas
Consulta la orden judicial publicada por 'The Guardian'
REPORTAJE: Espiar al mensajero
El Gobierno de Estados Unidos está recopilando de forma secreta datos de las llamadas telefónicas de al menos una compañía de teléfonos norteamericana, bajo el amparo de una ley de la anterior Administración, con conocimiento de los jueces y del Congreso y con la justificación de la obtención de información para luchar contra el terrorismo, según han admitido fuentes oficiales.
Esta recopilación de datos, de acuerdo a esas fuentes, no incluye la escucha de las conversaciones ni el registro de los nombres de las personas que hacen las llamadas, pero ha sido inmediatamente criticada por grupos de defensa de los derechos ciudadanos y por algunos congresistas como una intromisión excesiva por parte del Gobierno en la privacidad de las comunicaciones. El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, ha insistido este jueves desde el avión del presidente en que el programa de registro de llamadas garantiza que no se acceda al contenido concreto de las conversaciones.
La admisión de esta práctica se ha producido tras la revelación del diario británico The Guardian de que el juez Roger Vinson, del Tribunal de Supervisión de Inteligencia Extranjera, que actúa en secreto, había firmado el pasado mes de abril una autorización para el registro de las llamadas de la compañía Verizon. Se desconoce de forma oficial si el permiso afecta a todos los servicios de esa empresa, si hay otras compañías de comunicación incluidas y desde cuando se está efectuando esta práctica.