Una de las dos chicas muertas pudo ser atropellada por un camión de bomberos
El piloto del Boeing 777 de la compañía surcoreana Asiana Airlines siniestrado el sábado en el Aeropuerto Internacional de San Francisco estaba en periodo de prácticas y tenía una experiencia de sólo 43 horas de vuelo con este modelo de avión, según ha revelado una portavoz de la aerolínea, Lee Hyo Min.
En el momento del siniestro los mandos del aparato estaban en manos de Lee Kang Kook, de 46 años, un piloto con "mucha experiencia" con otros aviones como Boeing 747, 737 o Airbus 320 desde que comenzó a pilotar, en 1994, pero que "estaba en periodo de prácticas con el B777", ha reconocido Lee Hyo Min en declaraciones al diario Los Angeles Times.
Lee Hyo Min ha matizado que el copiloto era Lee John Min, de 49 años y más de 12.000 horas de vuelo, que "tenía mucha experiencia con el B777".
Además, una las dos víctimas mortales del accidente —dos adolescentes chinas de 16 y 17 años— pudo morir atropellada por uno de los camiones de bomberos que acudieron a sofocar el incendio de la aeronave, según la responsable del cuerpo de bomberos de San Francisco. "Si nos basamos en las heridas sufridas, es posible que uno de nuestros vehículos haya añadido a las heridas [anteriores], u otro vehículo cualquiera", ha dicho la portavoz.
El cadáver de una de las jóvenes no muestra trazas de quemaduras graves. El de su amiga presenta heridas sin duda ocasionadas en el momento en que la cola del avión se desprende del resto del fuselaje, proyectando a numerosos pasajeros a la pista, según el forense encargado de las autopsias.
Los expertos de la agencia norteamericana de seguridad en el transporte (NTSB, en sus siglas inglesas) publicaron este domingo los primeros resultados de su investigación. Las dos cajas negras, que fueron enviadas a Washington, han sido analizadas y proporcionan "datos interesantes", según la responsable de la NTSB. Según las conversaciones del cockpit, el vuelo se desarrolló con normalidad y los problemas sólo surgieron en los últimos minutos, cuando el piloto trató de abortar la maniobra justo antes de aterrizar.






