Colombia y las FARC mostraron el jueves las profundas diferencias que deberán
zanjar para firmar un acuerdo de paz, luego que el delegado del Gobierno rechazó
por completo discutir el modelo de desarrollo económico del país como planteó la
guerrilla en el inicio del diálogo en Noruega.
Las conversaciones se trasladarán a Cuba partir del 15 de noviembre, donde se
comenzará a tratar confidencialmente el capítulo agrario, el primero de la
agenda pactada en este nuevo intento por poner fin al sangriento conflicto de
casi medio siglo que ha cobrado miles de vidas.
La rueda de prensa que siguió al acto oficial de instalación de la mesa de
diálogo en Hurdal, un poblado en las afueras de Oslo, reflejó las tensiones
subyacentes que existen tras el compromiso asumido por ambas partes este año
para buscar la paz en el país sudamericano.