Un atacante suicida se inmoló junto a la cabina de seguridad de la sede diplomática, que se encuentra en Ankara, y mató a un guardia.

Fueron cerradas las calles aledañas y el lugar se llenó de ambulancias y fuerzas de seguridad. Una columna de humo negro espesa se elevó en los segundos posteriores al estallido.
La zona fue tomada por oficiales de seguridad y ambulancias (DNA)
Testigos confirmaron a la BBC que se trató de un ataque suicida. Golnar Motevalli, un trabajador de Iran Airlines -comercio que se encuentra frente a la embajada y que también resultó dañado-, dijo haber visto cuando los médicos cargaban en la ambulancia los restos del atacante.
Según fuentes anónimas citadas por AP, la policía ha examinado cintas de video y marcó a dos posibles personas como autoras. El embajador norteamericano en Ankara, Francis Ricciardone, le dijo a los reporteros que "la situación es muy triste" y que habían perdido a uno de los guardias, de nacionalidad turca, que trabajaba en el lugar. Una mujer que había ido a realizar un trámite de visado resultó seriamente herida.
Turquía es un país cada vez más importante en la geopolítica de Medio Oriente y en los últimos meses se convirtió en la base de la OTAN para marcar territorio en su pulseada con el régimen de Bashar Al Assad en Siria.
Después de que algunos obuses del Ejército sirio estallaran del lado turco de la frontera, Ankara solicitó protección a la OTAN, que envió seis baterías de misiles Patriot. La primera de ellas ya está "instalada y operativa" desde enero.