Decana del Colegio de Abogados y coordinador de Seguridad Ciudadana aplauden sentencia.
Un sujeto en estado de ebriedad, dedicado al eventual oficio de pintor, fue condenado a 10 años de prisión efectiva por el delito de robo agravado en grado de tentativa, en perjuicio de una adolescente de 15 años de edad, a quien agredió física y psicológicamente para arrebatarle su teléfono móvil.
Según la sentencia del Juzgado Penal Colegiado, los hechos ocurrieron una tarde de abril de 2012 cuando la menor identificada con iniciales F.M.A.D.P. (15) caminaba hacia su casa, ubicada en la avenida Nicolás de Piérola, mientras hablaba por teléfono móvil con un familiar. De pronto, se percató de que el extraño Jhon Henrry Solís Ramírez (24) la estaba siguiendo desde varias cuadras atrás y, en precaución, guardó el celular y aceleró la marcha.
Sin embargo, al voltear a la esquina, la víctima echó a correr con todas sus fuerzas, pero debido a su sobrepeso, fue alcanzada por el ladrón, quien le rodeó el cuello con un brazo y sustrajo el aparato del bolsillo izquierdo. Como F.M.A.D.P. oponía resistencia al robo, el acusado la insultó con ira (mencionó a la madre de ésta), la derribó al suelo y la arrastró varios metros en la calzada. Presa de la desesperación, la adolescente pidió auxilio a gritos, logrando que Solís escape del lugar.
Un grupo de personas que jugaba fulbito en una losa deportiva cercana, oyeron el angustiante llamado y corrieron tras el facineroso. No obstante, un efectivo policial que transitaba por la zona vestido de civil observó que el maleante corría con el celular en la mano y lo capturó en la intersección de las calles Juan Velasco y Nicolás de Piérola.
Caso cerrado
Minutos después, la menor se repuso del ataque e identificó a su agresor. “Ese hombre estaba borracho o drogado; me arrastró por el suelo e hizo que me golpee el codo y pierna”, declaró la víctima en el juicio oral. De este modo, y ante las evidencias recogidas, el último viernes el Juzgado Penal Colegiado de Trujillo condenó al pintor con primaria completa a 10 años de prisión y al pago de S/. 1.000 por concepto de reparación civil.
El juzgado estuvo integrado por Raquel Alejandra López Patiño, Jorge Luis Quispe Lecca y Juan Julio Luján Castro.
