Jefe de la Demuna y decano de psicólogos: “fallo marca un hito en la justicia”.
En un sorprendente fallo que marcará precedentes en el país, un abominable padre de familia —quien sin piedad sometió a su hija de 10 años de edad a los más execrables ultrajes carnales durante tres años consecutivos— fue condenado el último viernes a cadena perpetua por el Segundo Juzgado Colegiado de la Corte Superior de Justicia de La Libertad por el delito de violación y pasará el resto de su vida en la cárcel.
Esta deleznable aberración comenzó a mediados del 2010 cuando D.Y.F.P. tenía 10 años y vivía con su padre Bernabé Flores Miranda (38), su madrastra María Cleofé Huancas Paredes (la madre falleció cuando la niña tenía cuatro meses de nacida) y sus cuatro hermanos políticos en una humilde casa, ubicada en el asentamiento humano Víctor Raúl (Virú).
Según el expediente judicial, mientras el pérfido progenitor trabajaba como vigilante particular en una empresa particular, de 5 de la tarde a 7 de la mañana, la madre política hacía lo propio en una compañía de espárragos, de seis de la mañana a tres de la tarde. Es así que, tal y como precisa la declaración de la víctima, aprovechando una tarde de noviembre de 2010 en que María Cleofé aún no llegaba a casa, el retorcido sujeto retornó de laborar y dio rienda suelta a sus más bajas y oscuras pasiones.
Durmiendo con el enemigo
“Luego de que mi madrastra salió a trabajar y, mientras dormía con mi hermanito, mi padre llegó, se metió en la cama, me bajó el short, mi ropa interior y metió su pene en mi vagina. Él me dijo que si salía embarazada no le cuente nada a su mujer (María Cleofé) porque, sino, ella me iba a botar de la casa”, se puede leer en la declaración judicial de D.Y.F.P.
Al día siguiente del primer abuso, la menor fue a estudiar al colegio Jesús de Nazareth y su maestra Jesenia Isabel Albites Navarrete se percató de una mancha rojiza que tenía en el cuello, lo cual le pareció extraño. Tras ser interrogada, la niña confesó que Bernabé Flores le tocaba sus senos, las partes íntimas y amenazaba con echarla del domicilio si lo acusaba.
Frente a la gravedad del caso, la docente informó el hecho a la directora del plantel, Lita Noriega Hurtado, quien de inmediato condujo a D.Y.F.P. a la comisaría de Virú, en donde ésta asentó la denuncia en contra del abominable padre. Minutos después, fue derivada a la Fiscalía sectorial, la cual dispuso su internamiento en el Hogar de la Niña de nuestra ciudad.
Un día después, luego de que Bernabé regresó de su trabajo, no encontró a su hija y fue a buscarla hasta el centro educativo, donde se enteró de la denuncia que pesaba en su contra.
Asimismo, la menor fue sometida a sendos exámenes psicológicos y legistas, los cuales determinaron que D.Y.F.P. presentaba himen con signos de desfloración antigua, ansiedad y depresión como consecuencia de estrés traumático de tipo sexual e indicadores de abuso sexual. Dichos análisis estuvieron a cargo del médico legista Juan Carlos Flores Rodríguez y de la psicóloga pericial Andrea Arrunátegui Chávez.
“En consecuencia, evaluando las cuestiones relativas al delito se resuelve: condenar a la pena de cadena perpetua a Bernabé Flores Miranda como autor del delito de violación sexual en agravio de su hija D.Y.F.P. Asimismo, se ordena el pago de S/. 5 mil por concepto de reparación civil”, se puede leer en el fallo dispuesto por el Juzgado Penal Colegiado de Trujillo integrado por los magistrados Raquel López Patiño, Jorge Quispe Lecca y Juan Julio Luján Castro.
