Fue reconocido por el gobierno británico. En este siglo se espera que hombres y tecnología se integren de una manera diferente.

Internacional. En 2004, el gobierno inglés reconoció la existencia del primer cyborg. Neil Harbisson nació con acromatopsia, una enfermedad que le impide reconocer los colores. Durante sus estudios en Dublín, Irlanda, conoció al estudiante de cibernética Alan Montandon, con el que comenzaron a diseñar el primer “eyeborg”, un ojo que traduce una escala cromática de 360 colores a sonidos que se transmiten al cerebro.
"Es un sensor de color que detecta la frecuencia de los colores y envía una señal sonora hacia un chip. Yo escucho los sonidos de manera permanente” explica Harbisson en su presentación en TED, para referirse al ojo cibernético.
“Al principio tuve que memorizar el nombre de los colores, luego tuve que memorizar los sonidos”, como ejercicio para poder relacionar unos con otros. “Con el tiempo, el ejercicio se convirtió en una percepción, ya no tenía que pensar en las notas” dice y concluye en que “esta percepción se convirtió en sensación”.
Para Neil Harbisoon, “el software y el cerebro se han unido”, y explica que ese dispositivo que es parte de su cuerpo le está transmitiendo información permanentemente y ya no necesita pensar las relaciones de sonidos y colores.
“Puedo ir a una galería y escuchar a Picasso” explica Harbisson, quien asegura que durante este siglo, el ser humano podrá experimentar mutaciones en los que la tecnología se integrará como parte del cuerpo.





